sábado, 31 de octubre de 2009
MATERIALES UTILIZADOS
Chapillas de madera de 1 mm de espesor de diferentes troncos y raíces, grecas con dibujos geométricos, tintes envejecedores, sellador a base de Thinner, laca, aceite de almendras, creatividad, mucha paciencia y una gran dosis de amor.
CHAPILLAS
Cedro, flormorado, perillo, wengue, sapeli, haya, nogal, bubinga, comino crespo, roble, fresno, piopo, rádica de olmo, rádica de mirto entre otros
TARACEA
BREVE HISTORIA DE LA TARACEA
Técnica milenaria que consiste en combinar y ensamblar figuras geométricas de maderas exóticas y cuyo resultado es un mosaico estético y decorativo de carácter complejo.
Este arte alcanzó su esplendor en las culturas orientales y se conoce desde la época de los egipcios quienes ya en el año 3.500 AC la utilizaron para construir sarcófagos, según se ha visto en los jeroglíficos encontrados en el Valle de los Reyes.
Poco a poco fueron llegando a occidente pequeños artículos y la Taracea se extendió por toda Europa a través de los árabes, verdaderos maestros y precursores de este oficio quienes lo introdujeron a España por Andalucía y a Italia por Venecia. Con el tiempo también se utilizaron laminillas de nácar, hueso y metales preciosos.
La Taracea estuvo a punto de desaparecer en la Edad Media y renació de nuevo en el Siglo XIV para decorar las catedrales del norte de Italia alcanzando su máxima popularidad en la segunda mitad del siglo XVII con la elaboración de arcones y muebles. En Sevilla se caracterizó por el llamado "grano de trigo" que consistía en pequeños rombos de hueso combinados con maderas traídas de África y América.
La Taracea italiana llamada también "Tarsia" se caracteriza por los motivos vegetales al contrario de la Taracea alemana y española que siguió la línea árabe de motivos geométricos
Este arte alcanzó su esplendor en las culturas orientales y se conoce desde la época de los egipcios quienes ya en el año 3.500 AC la utilizaron para construir sarcófagos, según se ha visto en los jeroglíficos encontrados en el Valle de los Reyes.
Poco a poco fueron llegando a occidente pequeños artículos y la Taracea se extendió por toda Europa a través de los árabes, verdaderos maestros y precursores de este oficio quienes lo introdujeron a España por Andalucía y a Italia por Venecia. Con el tiempo también se utilizaron laminillas de nácar, hueso y metales preciosos.
La Taracea estuvo a punto de desaparecer en la Edad Media y renació de nuevo en el Siglo XIV para decorar las catedrales del norte de Italia alcanzando su máxima popularidad en la segunda mitad del siglo XVII con la elaboración de arcones y muebles. En Sevilla se caracterizó por el llamado "grano de trigo" que consistía en pequeños rombos de hueso combinados con maderas traídas de África y América.
La Taracea italiana llamada también "Tarsia" se caracteriza por los motivos vegetales al contrario de la Taracea alemana y española que siguió la línea árabe de motivos geométricos
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